martes, 5 de julio de 2011

Análisis Crítico del Discurso

ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

Autor: A. Van Dijk

El análisis crítico del discurso es un tipo de investigación analítica sobre el discurso, que estudia el modo en que el abuso del poder social, el dominio y la desigualdad son practicados, reproducidos, y combatidos, por los textos y el habla en el contexto social y político. Se pueden rastrear sus principios en la Escuela de Frankfurt, pero su distinción empezó con la lingüística crítica.

ACD (Análisis crítico del Discurso) puede entenderse como una reacción contra los paradigmas formales.

LOS ANÁLISIS DEL DISCURSO Y LA SOCIEDAD

Los analistas del discurso deben tener una conciencia de su papel en la sociedad. La relación entre el trabajo académico y la sociedad deben ser estudiadas y tomadas en consideración, y las prácticas académicas deberían ser las bases de estas observaciones. Los analistas críticos del discurso deben ser críticos de sí mismos y de los demás, ellos no se contentan con ser conscientes de la implicación social de su actividad. Asumen posiciones explicitas en los asuntos sociales y políticos, y lo hacen no solo como ciudadanos sino también como investigadores. Aspiran a producir conocimiento y opiniones que apoyen contra a la resistencia contra el dominio social y la desigualdad. Ellos son los que están a lado de los distintos grupos y gentes socialmente dominados en el mundo. Por lo anterior podemos decir que el ACD es una investigación que intenta contribuir a dotar de poder a quienes carecen de él, con el fin de ampliar el marco de la justicia y la desigualdad sociales.

ANÁLISIS DEL DISCURSO VS. ANÁLISIS DEL DISCURSO ACRÍTICOS

El ACD subraya primero que toda investigación es política, incluso si no toma partido en asuntos y problemas sociales. Sus prácticas deberían de contribuir también a la búsqueda de avances teóricos y analíticos dentro de su propio campo.

ACD no se ocupa exclusivamente de teorías y paradigmas, de modas pasajeras dentro de la disciplina, sino más bien de problemas sociales y de asuntos políticos. Para este estudio el ACD hace uso de la Multidisciplinariedad.

La perspectiva del ACD requiere una aproximación “funcional” que vaya mas aya de los limites de la frase, y mas aya de le acción y de la interacción y que intente explicar el uso del lenguaje y del discurso.

ACD tiene propias contribuciones que hacer a nuestro entendimiento de las relaciones entre el discurso y la sociedad y de la reproducción del poder social y la desigualdad. También proporciona detallados y sistemáticos análisis de estructuras y estrategias de texto y habla.

Fairclough y Wodak (1994, paginas 241-270) resumen como sigue los principios básicos del ACD:

1.   El ACD trata de problemas sociales.
2.   Las relaciones de poder son discursivas.
3.   El discurso constituye la sociedad y la cultura.
4.   El discurso hace un trabajo ideológico.
5.   El discurso es histórico.
6.   El enlace entre el texto y la sociedad s inmediato.
7.   El análisis del discurso es interpretativo y explicativo.
8.   El discurso es una forma de acción social.

Marcos conceptuales y teóricos

El ACD no posee un marco teórico unitario. Por lo que intentaremos construir las nociones necesarias dentro de un marco teórico tentativo.

Macro vs. micro

El micro nivel lo constituyen: el discurso y otras interacciones sociales cumplidas por actores sociales. El macro nivel lo constituyen las instituciones, los grupos y las relaciones de grupos, y por tanto el poder social. Esta noción es un constructo psicológico. En la realidad social los fenómenos de los niveles forman un todo unificado. La distinción depende de la focalización de nuestro análisis, y existen múltiples niveles intermedios de análisis (mesoniveles).

Para enlazar el discurso con la sociedad y con la desigualdad en particular necesitamos del siguiente marco teórico:

a)   Miembro de un grupo. Los actores sociales y los usuarios del lenguaje se involucran como individuos y como miembros de variados grupos sociales, instituciones, gentes, etc.  Si actúa un miembro de un grupo, es el grupo el que actúa a través de sus miembros.
b)   Relaciones entre acción y proceso. Lo anterior es cierto también para sus mismas acciones. De este modo las acciones de los niveles mas bajos pueden conformar directa o indirectamente procesos sociales o relaciones sociales globales entre grupos.
c)   Contexto y estructura. Los participantes actúan en situaciones sociales, y los usuarios del lenguaje se implican en el discurso dentro de una estructura de constreñimientos que ellos consideran o hacen relevante en la situación social. Pero la situación social es parte de un entorno social mas basto.
d)   Representaciones socio mentales. Además de los niveles micro y macro debemos olvidar la dimensión cognitiva, pues esta hace posible los restantes vínculos. La interacción social en general, la interacción social en general, y la implicación en el discurso exigen representaciones que son compartidas por un grupo o una cultura, como el conocimiento, las actitudes y las ideologías.

Los niveles macro y micro del análisis pueden ser articulados a partir de las dimensiones superiores de los acontecimientos de comunicación: los actores, sus acciones (incluyendo el discurso) y mentalidades sus contextos. Ellas nos darán el marco que nos permitirá explicar como los actores sociales y los usuarios del lenguaje consiguen ejercer, reproducir o desafiar el poder social de los grupos y de las instituciones.

EL PODER COMO CONTROL

Definiremos el poder social en términos de control. Así los grupos tienen más o menos poder si son capaces de controlar más o menos en su propio interés, a los miembros de otro grupo. Este poder se obtiene debido al acceso que tengan a recursos como la fuerza, el dinero, el estatus, la fama, el conocimiento, la información, la cultura o incluso varias formas de discurso público y de la comunicación.
Podemos decir también que nuestras mentes controlan nuestras acciones, luego si somos capaces de influenciar la mentalidad de la gente podemos controlar indirectamente sus acciones.
Las mentes de las personas son influidas por los textos y el habla, de lo anterior se deduce que el discurso puede controlar indirectamente las acciones de la gente mediante la persuasión y la manipulación. Por esto podemos considerar que el abuso se produce cuando existe una violación de las normas que hace daño a otros. Por ello el dominio puede ser definido como el ejercicio ilegitimo del poder.

Dividiremos el entero proceso de la reproducción del poder discursivo en dos cuestiones básicas para la investigación.

a)   ¿Cómo los grupos (más poderosos) controlan el discurso?
b)   ¿Cómo tal discurso controla la mente y la acción de los grupos (menos poderosos), y cuales son las consecuencias de este control?

Para que podamos responder estas preguntas necesitamos saber como los grupos dominantes son capaces de resistir frente al control del discurso, de la mente y de la acción, o de adquirirlo.

El ACCESO AL DISCURSO Y SU CONTROL

Comenzaremos por los grupos poderosos y el discurso. La mayoría de la gente únicamente tiene el control activos sobre el habla cotidiana, disponiendo de un control pasivo sobre ella.

Los miembros de grupos o instituciones socialmente mas poderosos disponen de un acceso mas o menos exclusivo a uno o más tipos de discurso público, y del control sobre ello, así por ejemplo los profesores controla el discurso académico y los periodistas el discurso de media. Aquellos que gozan de mayor control sobre más y más influyentes discursos son también más poderosos. Una  de las tareas del ACD es esclarecer tales formas de poder.

El control del contexto. Son aquellas propiedades de la situación social que son relevantes para la producción y la comprensión del discurso (Durante Goodwin, 1992; Van Dijk, 1998). El ACD se encarga específicamente de aquellas formas de control del contexto que trabajan a favor de los interese del grupo dominante.

El control del contexto y el habla. Aquí cabe examinar como los hablantes poderosos pueden abusar de su poder en algunas situaciones, por ejemplo cuando los policías utilizan la fuerza para obtener una confesión de un sospechoso (Linell y Jonson, 1991). Vital para todo discurso y comunicación es quién controla los temas (las macroestructuras semánticas) y los cambios de tema, como cuando los editores deciden que asuntos noticiables serán cubiertos. Como ocurre con otras modalidades de control de discurso, tales decisiones pueden ser negociables entre los participantes, y dependen mucho del contexto. Finalmente las dimensiones de acción e interacción del discurso pueden controlarse prescribiendo o proscribiendo actos de habla específicos, distribuyendo o interrumpiendo selectivamente los turnos del habla, etc.

Lo que se puede concluir es que la eminencia de una estrategia global de autopresentación positiva por parte del grupo dominante, y de la heteropresentación de los grupos dominantes (Van Dijk, 1993, 1998).

En suma todos los niveles de la estructura del texto y del habla pueden en principio ser controlado por hablantes poderosos y puede abusarse de dicho poder en detrimento de otros participantes. El habla y el contexto, no envuelven en totalidad las relaciones de pode, el contexto siempre puede interferir, reforzar, transformar tales relaciones.

Ahora examinemos el control de la mente.

El control de la mente

La psicología cognitiva y las investigaciones sobre la comunicación de masas han mostrado que influenciar la mente no es un proceso tan directo. Los receptores pueden ser bastante autónomos y variables en su interpretación y uso del texto y del habla. Pero no debemos olvidar que la mayor parte de nuestras creencias las adquirimos a través del discurso. En el ACD por tanto los elementos de poder y del dominio entran en la descripción de varias maneras:

a)   los receptores tienden a aceptar creencias transmitidas por el discurso de las fuentes que consideran autoridades. Entonces el discurso es poderoso cuando alguien poderoso lo emite.
b)   En algunas ocasiones, los participantes están obligados a ser receptores del discurso. Aquí se puede usar la palabra necesidad.
c)   Los receptores se cierran y no aceptan nuevas creencias.
d)   Cuando los receptores no tienen la información para discriminar el discurso tiene un acceso fácil.

Estos cuatro puntos sugieren que es control discursivo de la mente es una forma de poder y de domino. Y si los receptores no tienen alternativas ni otras creencias para evaluar tales discursos, se esta limitando la libertad.

Dado un contexto especifico, ciertos significados y formas del discurso específico, ciertos significados y formas ejercen más influencia sobre la mente, tal como la noción de la persuasión.

ANALIZAR LA MENTE

No es imaginable una teoría del control discursivo de la mente sin una detallada teoría cognitiva de la mente, y una teoría de cómo el discurso influencia la mente.

Una distintinción útil es la que suele establecerse entre la memoria episódica  y la semántica, que denominaremos memoria personal (subjetiva) y social (intersubjetiva).

La memoria personal (Tulving, 1983) consiste en la totalidad de nuestras creencias personales. Es autobiográfica y ha sido acumulada durante nuestra vida. También presenta creencias sobre hechos específicos en los que hemos participado. Estas representaciones memorísticas subjetivas de acontecimientos específicos se denominan modelos (Jonson-Lird, 1983; Van Dijk y Kintsch, 1983). Entender o interpretar un texto es (re)construir tales modelos.

Del mismo modo construiremos un modelo de la propia situación comunicativa, este modelo mental es el contexto.

Con el significado de contexto hemos definido ya un modo de control discursivo de la mente: influenciar los modelos de contexto y los modelos de acontecimiento construidos por receptores en un acontecimiento comunicativo.


Memoria social. También llamada memoria semántica, consiste en las creencias que poseemos en común con otros miembros del mismo grupo. Las creencias sociales pueden ser de tipo más específico o más general y abstracto.

El conocimiento social lo componen aquellas creencias que los miembros de un grupo o cultura consideran verdaderas, de acuerdo con los criterios de verdad. Las opiniones son creencias evaluativos, son creencias que están basadas  en normas y valores. Las opiniones se defienden.

Las creencias sociales son patrimonio porque se comparten socialmente. Hay que decir que somos incapaces de construir un modelo si no tenemos un conocimiento social abstracto y general, y viceversa.

Ahora estamos en condiciones de definir el segundo modo de control discursivo de la mente: influenciar creencias socialmente compartidas, este tipo de control de la mente es más influyente.

Una vez que somos capaces de influenciar las creencias sociales de un grupo, podemos controlar indirectamente las acciones de sus miembros. Este el núcleo de la reproducción del poder y la base de la definición de la hegemonía.

LAS ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DEL CONTROL DE LA MENTE

En este punto la cuestión crucial es el saber ¿Cómo son el discurso y sus estructuras capaces de ejercer tal control? Según lo visto anteriormente dicha influencia discursiva puede deberse tanto al contexto como a las propias estructuras del texto y del habla.

LA INFLUENCIA DEL CONTEXTO

Los hablantes más poderosos serán más influyentes. Hay que recordar que el contexto se define en términos de modelos contextuales: no es la situación social la que influencia nuestra interpretación del discurso, sino la construcción subjetiva de sus rasgos relevantes en un modelo mental de contexto (Giles y Coupland, 1991; van Dijk, 1998). Así pues la credibilidad es asignada por los hablantes. Del mismo modo también los otros rasgos de los modelos subjetivos de contexto controlan la influencia del discurso.

En términos generales, el control de la situación social por los grupos dominantes puede entonces conducir modelos de contexto que hacen aparecer su discurso como mas creíble.

Cómo el discurso controla la mente

Resumamos el modo en que algunas propiedades del discurso son capaces entonces de controlar el  proceso:

  1. los temas (macroestructuras semánticas) organizan globalmente el significado del discurso. Pueden influenciar la organización de un modelo, las proposiciones relevantes serán colocadas en una posición más alta.
  2. Los esquemas discursivos (superestructuras, esquemas textuales) organizan primariamente las categorías convencionales que definen la entera forma canónica de un discurso, y por tanto parecen menos relevantes para la construcción de modelos.
  3. en los media las rutinas de la elaboración de noticias caracterizan a los grupos minoritarios como de menores importancia y credibilidad. Les hacen caso solo si alguno de ellos esta involucrado en un problema (crímenes, violencias o desviaciones). La prensa también descuida estas organizaciones minoritarias, en lugar de ponerlas en las primeras planas, son ignorados.
  4. Las minorías también son discriminadas cuando intentan entrar en instituciones de élite, cuando intentan encontrar un trabajo. Y si entran, tienen dificultades para crecer. Es decir también desde el interior son capaces de cambiar las rutinas, actitudes y criterios dominantes.
  5. las creencias étnicas prevalecientes en el grupo dominante influencian sus modelos mentales de las relaciones y de los acontecimientos étnicos.  Ello puede producir discursos similarmente tendenciosos en todos los niveles de las estructuras y estrategias del texto y el habla: selección de temas estereotipados.
  6. dado que la población blanca dispone en general de poca información alternativa sobre grupos minoritario, propende a adoptar el discurso de la élite dominante blanca. Esto conduce a resentimiento crecientes, a perjuicios y a racismo entre los usuarios de los media.
  7. a pesar de la competencia ocasional entre grupos de élite, no existe virtualmente conflicto entre ellos en lo que concierne a las minorías y a su representación. Los discursos políticos o académicos pueden adoptarse con facilidad. Reforzándose así el trato negativo con las minorías.

De este modo se establece una relación general entre el poder de la mayoría y sus discípulos en la reproducción del estatus quo étnico. Y tales representaciones constituyen la base de la acción y de la interacción social, contribuyendo entonces a la reproducción de la discriminación y del racismo cotidiano. Existe la oposición a ello, pero tiende a ser marginalizado, y solo posee un acceso activo muy limitado a los media, y por tanto a la mentalidad publica.

Además de la desigualdad de acceso y de control sobre los recursos materiales, los grupos dominantes también tienen acceso y control sobre recursos simbólicos, tales como el conocimiento, la especialización, la cultura, el estatus y el discurso publico. Quienes controlan el discurso público controlan la mentalidad social, e indirectamente la acción publica; y, por consiguiente controlan también la estructura social.

Los campos de investigación en el ACD son: el discurso del poder, el discurso político; los discursos de los media; los estudios feministas; el análisis de etnocentrismo del antisemitismo, del nacionalismo y del racismo.

EVALUACIÓN 

El nexo cognitivo entre las estructuras del discurso y las estructuras del contexto social pocas veces se hace explicito, y usualmente aparece bajo la forma de nociones sobre el conocimiento y la ideología (Van Dijk, 1998). A pesar de las investigaciones, los detalles de la teoría multidisciplinaria del ACD que debieran relacionar el discurso y la acción con la cognición y la sociedad están todavía en la agenda.



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