miércoles, 20 de julio de 2011

MODULO DE TRABAJO. TALLER DE COMUNICACIÓN INTEGRAL C. CAPÍTULO 1


Lectura: MASSONI, Sandra (2007). Estrategias : los desafíos de la comunicación en un mundo fluido. 1ª ed. Rosario : Homo Sapiens Ediciones, 2007.
Sumilla / resumen de párrafo o sección
Cap. 1: Estrategias de comunicación: tiempo de investigarnos vivos. (publicado en la revista Comunicación y Sociedad, N.º 37; 2001. Univ. De Guadalajara, México.)
«Es bueno recordar que nada en el ser humano ni en la naturaleza es un fragmento. En cualquier terreno que transitemos es preciso no perder de vista el horizonte de la totalidad. Tampoco somos un fragmento de tiempo, ni la coexistencia casual de sus tres partículas: pasado, presente, futuro. Nos constituyen esas tres dimensiones como una totalidad orgánica. Se hiere  una parte y queda afectado el conjunto. El tiempo no crece linealmente sino en expansión. El tiempo de un individuo se amplía en otro, en el de un pueblo, el de una fraternidad colectiva. Crecemos hacia atrás, hacia adelante, debajo y arriba del tiempo. En todo instante vivido con intensidad extrema, su onda expansiva lleva más lejos los límites del pasado y del futuro, los enriquece e ilumina.
Hoy es preciso recuperar la vivencia del futuro como aventura, indeterminación y esperanza. Buena parte de la creatividad cultural prefiere ser rememorativa más que proyectarse en la exploración de caminos nuevos. Abrir las puertas al futuro en el plano de las ideas.
Aún reconociendo que el porvenir tiene su propia autonomía, un arbitrio incognoscible, necesitamos recuperar el poder soberano de la voluntad para ir creando a cada instante.
Víctor Massuh, Cara y contracara de una civilización a la deriva.»
Nada en el mundo es un fragmento. En cada cosa no debemos perder la noción de totalidad. No somos la coexistencia casual de sus tres partículas temporales. Cuando una parte se afecta se afecta el todo. Cada acción que realizamos afecta a los demás y a sus partículas temporales.

Hay que proyectarnos al futuro con buenas ideas, pues ellas nos inspiraran para ir creando a cada instante.

«Elegimos iniciar este trabajo con el concepto ultramoderno del tiempo como una forma de marcar –y por qué no recuperar/ volver a usar– el sentido heleno de la temporalidad como proyecto. Esta revisión nos interpela acerca de la necesaria incorporación del devenir en la investigación científica.
Como dice Prigogine:
«El tiempo es "real" y la irreversibilidad cumple en la naturaleza un papel constructivo fundamental. No es un tiempo automáticamente determinista, sino que es un tiempo que, gracias al hecho de que puede tener amplificaciones de elementos pequeños que pueden conducir a bifurcaciones, da cabida a la impredictibilidad, al azar, al devenir de lo nuevo.»
A partir de reconocer algunas de las implicaciones de asumir el tiempo como temporalidad en la investigación en comunicación social, nos proponemos presentar algunos elementos para repensar ciertos aspectos de nuestro trabajo académico y de investigación. Inscribimos este trabajo en la línea de análisis de los sistemas de generación científica y tecnológica desde la perspectiva de la comunicación estratégica (1), en los que hemos seguido como líneas de investigación la etnografía, los estudios culturales, el análisis del discurso, la retórica de la ciencia y la teoría biológica del conocimiento.
Es importante el devenir en la investigación científica.
Se asume el tiempo como temporalidad en la investigación  en comunicación social. En este trabajo se analizará los sistemas de generación científica y tecnología desde la perspectiva de la comunicación estratégica.

Consideramos que es importante, con miras a la modernización y el desarrollo tecnológico del mundo actual, que la ciencia no sea asumida en forma «pasiva», sino que se avance en generar dispositivos de construcción-deconstrucción-reconstrucción (2) que fortalezcan nuestra capacidad de interpelar las problemáticas bajo análisis para mejorar nuestras decisiones, sin dejar de sostener una postura crítica frente a los avances mismos de la ciencia.
Decimos, con Guillermo Orozco Gómez (1992: 125), que sólo una discusión epistemológica y ontológica, no teórica ni temática, podrá permitimos encontrar vínculos y estrategias para un proceso de generación (no de repetición) de conocimiento.
La ciencia no sólo da acceso a la información que permite explicar ciertas cosas, sino que también es una manera de cuestionarse acerca de la realidad, de organizar el pensamiento, de analizar críticamente, de avanzar en comprensiones más satisfactorias que favorezcan generar actitudes más sinérgicas sobre el mundo.

La ciencia no debe ser asumida en forma pasiva, sino que se avance en generar dispositivos de construcción-deconstrucción-reconstrucción que fortalezcan nuestra capacidad de interpelar las problemáticas bajo el análisis para mejorar nuestras opiniones y mantenerse críticos.
Solo una discusión epistemológica y ontológica podrá permitirnos encontrar vínculos y estrategias para un proceso de generación de conocimiento.
La ciencia es también una manera de cuestionarse sobre la realidad, de organizar el pensamiento, de analizar críticamente, de avanzar en comprensiones que generen actitudes sinérgicas del mundo.

Gran parte del desarrollo de las teorías de la comunicación se realiza renunciando al examen de la génesis de sus conceptos y dando por supuesta la cientificidad de sus enfoques. Esto es, descartando el estudio y análisis de sus supuestos gnoseológicos (qué es conocer) y ontológicos (qué es el ser).
Los dos paradigmas desde los que se estudió inicialmente la comunicación social (el norteamericano –que se desplegó en las teorías de los efectos–, y el europeo –que se desplegó en las teorías de la ideología–) renuncian a autoanalizarse y se postulan como poseedores de la única verdad.
Ambos abordaron el campo de la comunicación de masas como el espacio de la intersubjetividad: el estudio de la comunicación en sus inicios es el estudio de lo colectivo y de las operaciones simbólicas de su interpretación.
«Lo cuestionable de las dos perspectivas, defensa y eficiencia, radica en que en ninguna de ellas se cuestiona de fondo la relación autoridad-conocimiento-discurso, ni tampoco su resultante» (McLaughin, 1994, citado por Orozco Gómez, 1996: 27).
Gran parte del desarrollo de las teorías de la comunicación se realizan descartando el estudio y el análisis de sus supuestos gnoseológicos y antológicos.

Los dos paradigmas desde los que se estudio en un inicio la comunicación social renuncian a analizarse y pretender ser tomados como verdades.
El estudio de la comunicación fue en un inicio el estudio de lo colectivo y de las operaciones simbólicas de su interpretación.



¿Pasado pisado? Todo empieza y termina para volver a empezar
Trabajaremos en la búsqueda de una forma de expresar una teoría de la intersubjetividad no dualista, tomando el conocer como punto de partida para este despliegue.
A partir del concepto de tiempo como temporalidad, la ciencia es para nosotros una conversación con la naturaleza. La comunicación es un fenómeno de segundo orden, y todo lo que hagamos creará nuestro mundo.
Desde el punto de vista de los nuevos paradigmas se plantea que la formulación de la comunicación en general debe hacerse desde la perspectiva de un abordaje multiparadigmático, porque nos encontramos en la conformación de un campo de estudio complejo, absolutamente nuevo y contemporáneo.
Tomaremos el conocer como inicio para desarrollar una teoría de intersubjetividad.

Todo lo que hagamos creara nuestro mundo.

Desde el punto de vista de los nuevos paradigmas, la formulación de la comunicación debe hacerse desde la perspectiva de un abordaje multiparadigmático.

La idea de un abordaje multiparadigmático responde a la búsqueda de un conocimiento que no se desentienda de los acoplamientos dinámicos y evolutivos de la realidad y los sujetos. Proponemos este enfoque a partir de reconocer en los paradigmas capacidades para abordar diferentes dimensiones de lo real, y a la vez sus aportes específicos en la genealogía de esas mismas realidades, sin dejar de recuperar esta operación de construcción/deconstrucción para enfatizar la acción transformadora de la ciencia.

Esta idea corresponde a la búsqueda de un conocimiento vinculado a los acoplamientos dinámicos y evolutivos de la realidad y los sujetos. Además de lo que implica el nombre, se propones esto para abordar aportes específicos en las genealogías de la realidad.

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