VECINOS AMANTES DE LAS FIESTAS: UNA MOLESTA REALIDAD
La situación de dos ciudadanos es perturbadora, el primero llamado Manuel no puede dormir debido al ruido provocado por el casino, la discoteca y el restaurante que colindan con su vivienda. La situación de Víctor, un joven empleado de un banco, que vive en tercer piso de un edificio en la Molina. Todos los sábados (incluyendo el sábado de gloria) sus vecinos del segundo piso organizan fiestas bulliciosas que le impiden dormir. Y si a esto le sumamos otros sonidos de la calle, al hombre le falta poco para volverse loco.
SUPERAN LOS VALORES
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los ruidos no deben superar lo 50 decibeles (dB) y 40 decibeles en la noche, pero esto no se cumple, el ruido que hay en las zonas residenciales, provoca que las personas no puedan dormir, además de generar un aumento en las frecuencias cardiacas, y respiraciones con alteraciones en las ondas electroencelfálicas, típicas del sueño reparador.
¿CÓMO ACABAR CON EL RUIDO?
La primera forma pedirle amistosamente a la persona que deje de hacer ruido, pero si no hace caso se puede llamar a serenazgo, si después de esto sigue el ruido, podrá llamarse a la policía municipal, que pondrá una multa al ruidoso. Si el ruido todavía esta presente puede llamar a la policía distrital.
Es importante poder dormir adecuadamente, porque durante el sueño el cuerpo descansa de su trabajo diario y permite tener otra vez la energía para empezar un nuevo día.
fuente de la información:
Diario EL COMERCIO; 2010-09-06; pág. a20
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